Hace varios años entrevistamos a Yimara Martínez Agudelo. Eso fue antes de que se uniera a CQI para dirigir el programa de procesamiento post-cosecha. Su historia es un maravilloso ejemplo de cómo la Q puede tener impacto en las comunidades cafeteras, por lo que la publicamos de nuevo.
Me llamo Yimara Martínez Agudelo. Soy de un pequeño pueblo llamado Tunía, en el estado de Cauca, Colombia. Soy hija de pequeños caficultores y toda mi vida he estado rodeada de café y de la gente que lo produce. Gracias a mis padres que me animaron a aprender para poder apoyar a más productores como ellos, he tenido la oportunidad de formarme como catadora en la FCC- Federación Campesina del Cauca, una hermosa organización de pequeños productores del Cauca. Cuando tenía 15 años empecé a trabajar con organizaciones comunitarias cafeteras. Un par de años después recibí mi certificación de Q Grader, y en ese momento tuvimos la oportunidad de reabrir la escuela de café de la FCC al servicio de la educación de los hijos e hijas de los productores de café promoviendo el relevo generacional, del cual hice parte como líder de control de calidad por cerca de 7 años.
Mi trabajo en el café se ha centrado como analista de calidad (catador), así como en impartir formación educativa a los caficultores y a la nueva generación de caficultores de mi región. Este trabajo promovía la mejora de las prácticas agrícolas, el cuidado del medio ambiente, los controles de calidad y el impacto de la calidad en el café. También trabajando en el café conocí a mi esposo, y esa es la razón por la que actualmente vivo en Estados Unidos, Portland Oregon. Viviendo aquí es como tengo la oportunidad de ser parte del equipo de Sustainable Harvest Coffee Importers, quien también es el importador de la Federación Campesina del Cauca en la cual trabajé por tantos años en Colombia.
Esta es realmente una bonita historia porque he podido formar parte de muchos pasos en la cadena del café, desde vivir en una finca como productor hasta trabajar en una cooperativa y apoyar a otras fincas cafeteras. También tener la oportunidad de trabajar con exportadores y ahora poder trabajar con un importador y recibir los cafés cuando llegan. Mi trabajo hoy es muy importante y me permite aprender y entender más sobre el mundo del café y me da la oportunidad de seguir compartiendo conocimientos, promoviendo la calidad, y no sólo en un país sino en muchos países cafeteros. Esto es algo que nunca imaginé, ¡tener la oportunidad de enseñar en Estados Unidos, en Perú, Nicaragua, México, Honduras, Guatemala, Ruanda! Eso me da una alegría inmensa porque entiendo todos los desafíos que tienen los productores para cultivar café y mi intención es poder devolverles un poco de lo mucho que nos dan.
En el 2016 empecé como voluntaria en el CQI cuando el programa de procesamiento Q empezó a construir su relación con Tecnicafe en el Cauca. En este paso de aprender de los mejores en procesamiento y trabajo intenso, comienzo a prepararme para ser instructora y me siento muy orgullosa de haber sido la primera mujer certificada como instructora de procesamiento para los dos niveles, el nivel general, y el nivel profesional y actualmente estoy trabajando en completar mi proyecto del nivel experto, gracias al apoyo de la empresa para la cual trabajo actualmente y al apoyo de todos los que han creído en mí, incluyendo mis mentores.
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Ser instructor de procesamiento de café un campo donde hay muchos hombres llenos de conocimiento y que dominan el área, me motiva a ser mejor, a esforzarme por aprender, pero también ser instructor en esta categoría me enseña, que yo puedo hacerlo, que es posible. Y enseña a todos a ser humildes con lo que saben, no importa si saben poco o saben mucho, lo importante es compartirlo y aceptar cuando no sabemos porque así aprendemos todos porque todos empezamos en el mismo lugar.
Mi mensaje especial es para todas esas mujeres del mundo que hacen trabajos increíbles, que se esfuerzan por ser mejores para que el mundo reconozca lo capaces que somos. No importan las dificultades u obstáculos por los que hayamos pasado en la vida, lo importante es no olvidar de dónde venimos, hacer algo mejor por los demás, hay que intentarlo, hay que marcar la diferencia, hay que intentarlo, nada es fácil en la vida pero se puede hacer si lo intentamos y persistimos en nuestros sueños, ¡cree en ti misma!